Comer

Cuando la comida nos enferma en lugar de nutrirnos, sabemos que algo se ha roto. Tanto México como muchos países del mundo sufren una epidemia de enfermedades crónicas (obesidad, sobrepeso, diabetes, hipertensión, etc.) a consecuencia de un sistema alimentario enfocado a producir ganancias en lugar de nutrición o salud.

El daño de la monstruosa industria alimentaria alcanza también a nuestro planeta vivo, devastando su biodiversidad, secando sus cuerpos de agua, erosionando sus suelos y emitiendo peligrosos gases a la atmósfera.

Por otro lado, los pequeños productores siguen siendo los responsables de la mayoría de la comida que consumimos en el mundo. Las semillas nativas resisten a las grandes corporaciones gracias al compromiso de mujeres y hombres de seguir siendo campesinas y campesinos.

En esta lucha desigual, la batalla principal se libra en nuestras esas y estómagos.

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